Este anuncio aparecía en el panel de la tienda justo el día que Ane cumplía un mes
La niña parece que tiene las ideas muy claras y cuando algo no le gusta: protesta y si duda: protesta, siendo la única forma de silenciarla que la madre la abrace y amamante.
Cosa de la que lastimeramente se queja el progenitor alegando que a él le costó años y a la niña en menos de un mes se lo permiten.
Y digo yo, embarazo perfecto, parto de diploma ¡ni puntos a la parturienta!. Si ahora resulta que la shiquilla llora, a aguntarse toca, que algún defecto tenía que tener. ¿no?
Entra Elena un día feliz por la tienda y me dice: ¡Qué contenta, Manu! La niña ya tiene plaza en la guardería.
A los pocos días entra con una cara que asusta, con ojeras y descompuesta y me dice: Que he pensado que no la voy a llevar a la guarde, que la voy a meter interna.