Tras analizar los smoothies, un producto que la publicidad presenta como una alternativa cómoda y sencilla para satisfacer las necesidades de fruta del organismo, la OCU avisa de que su consumo no equivale al de fruta fresca.
Madrid, 3 de febrero de 2009. La OCU ha realizado un estudio sobre los batidos de frutas «suaves», denominados smoothies, que se publicitan como una nueva forma de consumir fruta. Aunque es cierto que casi su único ingrediente es la fruta, sin embargo la publicidad de estos productos olvida que, con el procesado industrial, se pierden buena parte de sus cualidades y, por tanto, no equivalen a fruta fresca.
Los resultados íntegros de este estudio se publican en la revista OCU-Salud del mes de febrero.
La OCU considera que la publicidad de estos productos es demasiado optimista. Incluye una larga lista de frutas enteras que no cabrían en el envase.
Cuando se mira con detalle la lista de ingredientes queda claro que se trata de zumos concentrados, trocitos de fruta, etc. Algunos de estos productos prometen una equivalencia con una ración de fruta fresca cuando en realidad no alcanzan cantidades mínimas de nutrientes tan característicos de la fruta como la fibra y el ácido fólico.
El proceso de elaboración de estos productos -triturado, concentración pasteurización- conlleva unas mermas importantes de los nutrientes de las frutas de origen. Tan sólo añadiendo vitamina C se consigue compensar las pérdidas en esta vitamina de tal forma que en algunos productos hemos encontrado hasta 6 veces la cantidad recomendada.
La OCU ha solicitado a los fabricantes de smoothies que afirman que sus productos equivalen a determinada ración de fruta fresca, que se justifiquen. Algunos no han respondido y otros lo han hecho de modo no muy convincente.
El precio de estos batidos de frutas suaves es en la mayoría de las veces más caro que la fruta a la que dicen sustituir.
Según datos de la Organización Mundial de la Salud, 23.000 muertes prematuras podrían haberse evitado en la Unión Europea en el año 2001, si el consumo diario de frutas y verduras hubiera alcanzado la ración mínima recomendada, de 400 gramos por persona. El riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares se recorta en un 10% si las dosis se aumenta a 600 gramos. Pues bien, el consumo diario en España es justo el mínimo recomendado y varía mucho de unos a otros tramos de edad, llegando a escasear entre los más jóvenes.
Con estos datos, la OCU quiere insistir en que la recomendación de tomar fruta y verdura no es un capricho y, por tanto, aconseja:
Tomar cinco raciones diarias de fruta y verdura, dando preferencia a las que sean de temporada, que son más económicas, ecológicas, sabrosas y nutritivas. Le servirá de gran ayuda el calendario de frutas y verduras.
Tomar vegetales variados para beneficiarse de toda su riqueza de vitaminas, minerales, oligoelementos, antioxidantes, compuestos fenólicos, etc. El metabolismo aprovecha mejor estos nutrientes si los recibe en el alimento que si los recibe en forma de suplementos aislados.
Consumir vegetales tanto crudos como cocidos, pues el tratamiento culinario degrada algunos nutrientes pero potencia la absorción de otros.
Fomentar el consumo de fruta desde la infancia.
Fuente: ocu.org