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Del Arca a la Marca

Los comerciantes, además de ganarnos la vida comprando y vendiendo, somos consumidores de los productos con los que comerciamos.
Cuando yo asumo la responsabilidad de ofrecer a mi cliente el mejor producto al mejor precio lo primero que me planteo es que ha de pasar mi examen personal.  Sí, mi particular control de calidad.
En el mercado encontramos productos, de marcas desconocidas, que dan la talla y cuya relación calidad precio se debe ajustar a unos parámetros aceptables.
Pero si yo voy buscando una primera marca quiero más que ese baremo de ajuste de precio calidad.
Quiero que la primera marca que yo escojo para mis clientes haya pasado ya controles como:
Controles sanitarios, calidad estética, calibrado correcto, maduración óptima a la hora de su recolección, evolución adecuada del producto una vez recolectado.
Quiero que me garantizen una continuidad en la calidad del producto.
Quiero además que la presentación en el envase sea atractiva y actual.
Quiero poder disponer de refuerzos publicitarios en el punto de venta, para asesorar, informar y obsequiar al cliente interesado en el producto.
Quiero que sepa que yo, comerciante consumidora,  elijo la marca y mi cliente se fía de mi,  y que si ellos fallan yo fallo y quedo mal ante mi cliente.
Quiero que tengan en cuenta que de igual forma que en un pequeño comercio mimamos a nuestros clientes, a quienes les vemos la cara a diario, ellos tienen la responsabilidad última de mimarme a mi como cliente suyo, pese a que, posiblemente, no nos veamos la cara jamás.
Existe un eslabón de la cadena entre la marca y el pequeño comercio: el asentador de MercaBilbao. 
Es importante que la marca sea consciente de que ese eslabón es importante para ellos como marca, como para mi como comerciante consumidora. 
Pero es responsabilidad final de la marca y  mia el mantener una relación fluida para que dicha marca sepa lo que yo como embajadora final de su producto espero de ellos, que no es ni más ni menos que lo que mi cliente espera de mi.
Por eso a lo largo de cada campaña de producto, vamos cambiando de marcas preferentes, las primeras marcas, dependiendo de la calidad que nos ofrezcan en cada momento.  Mientras más constantes sean ellas, más fieles somos nosotros y en consecuencia el consumidor final.
Los tiempos han cambiado, antes de decía: El buen paño en el arca se vende.
Hoy hemos de enseñar, informar y comparar ese paño con los demás para que sea el elegido.

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