Una de las cosas que más agrada a quien trata de dar gusto a las personas, a la vez que se gana el pan de cada día es que, poco a poco, los clientes vayan entendiendo cómo se hacen las cosas y el por qué de muchas de ellas. En la tienda NO HAY DE TODO.
Yo trato de que haya productos de temporada. Es decir, no hay productos de fuera de esta época. El porqué es sencillo: Si los productos no son de temporada estaremos recurriendo a alimentos conservados o creados de forma muy poco natural. Las frutas tienen sus campañas, ahora estamos acabando con la campaña de melocotón y empezando la de los cítricos, mandarinas, naranjas, membrillos, pera conferencia. No hay de todo durante todo el año. ¿Cómo esperan que estén los melocotones dentro de un mes? Pues mal, darán problemas al no estar jugosos y con el sabor alterado por su conservación en cámaras. Fresas hay durante casi todo el año, se traen de países donde se cultivan en invernaderos variedades poco agradables al paladar, pero que para los restauradores con pocos escrúpulos son válidas y provocan dos cosas: una que se paguen a precio de oro por los costes de producción y transporte, y otra y más importante, que a los consumidores se les quiten las ganas de comer dichos frutos al probarlas, porque no tienen nada que ver con los fresones de Huelva a los que estamos acostumbrados. Algunas frutas como la manzana y la pera conferencia enlazan una campaña con otra gracias a las cámaras de atmósfera controlada, que mantienen el producto como si se acabase de cortar del árbol. Pero ese sistema de almacenamiento y conservación no es aplicable a cítricos ni frutas de hueso (melocotones, nectarinas, cerezas, paraguayos). Con los cítricos gracias a la protección que les otorga su cáscara se ha conseguido enlazar las campañas sin que falten en los establecimientos gracias a la importación que hacemos de estos de países sudamericanos y sudafricanos (siendo de mayor calidad los frutos importados de Sudáfrica). No poseen las mismas cualidades que las españolas, pero sí que nos sacan del paso en los zumos matinales en los que con dos naranjas se puede llenar un vaso de zumo. Para los Santos, para ya, aparecen en el mercado las primeras naranjas españolas con todas sus propiedades intactas y entonces se deja de importar. Se empieza la campaña de cítricos con las mandarinas en todas sus variedades, asoman las primeras castañas, y debutarán en los comercios las primeras naranjas Navel, de mesa, seguidas de las salustianas que llenarán de vitamina C y zumos nuestros cuerpos ayudándonos a sobrellevar el invierno, sus catarros, gripes y enfriamientos varios. ¿Hemos de consumir de todo durante todo el año? ¿Merece la pena tomar alimentos con sus propiedades y sabor mermados? ¿Comemos esos productos con el fin de alimentarnos correctamente o por mero capricho?
¿Hemos de consumir de todo durante todo el año?
La verdad, yo creo que no, es agradable esperar o desear que venga un producto.
¿Merece la pena tomar alimentos con sus propiedades y sabor mermados?
Yo creo que a veces si, porque realmente algunos productos que nos vienen de fuera no saben igual que en temporada, pero .. hay ocasiones en las que te puedes sorprender. Por ejemplo las uvas de chile, la mayoria de veces no saben a nada, pero hay ocasiones, en este año pasado que probe unas que eran grandiosas, casi como ciruelas de grandes y tenian un sabor enorme.
¿Comemos esos productos con el fin de alimentarnos correctamente o por mero capricho?
Tu lo has dicho .. quien tiene costumbre de tomar zumo de naranja exprimido todas las mañanas, sin duda alguna tiene que comprar a la fuerza naranjas sudafricanas o de uruguay. Limones tambien han escaseado y nos han llegado de Argentina con una pinta buenisima y bien conservados. Lo bueno de la alimentacion es que sea variada y siempre es bueno tomar algo que venga de fuera, a veces no te alimenta o disfruta igual, pero el hecho de comer algo fuera de temporada tambien puede ser nutritivo aunque sea para la vista.
juanbrevas