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Las herramientas

A otros les dejan dineros,
títulos, palacios, tierras,
cuando mi padre fue al cielo
me dejó las herramientas.
Las dos son de precisión,
las dos tienen cinco piezas,
funcionan que es un primor
verme trabajar con ellas.
De mi padre y de mi madre
recibí enseñanza a medias
hasta poder doctorarme
y ascender a verdulera.
¡Verdulera, sí señora!
Qué mala fama nos cuelga,
que si somos malhabladas,
que si brutas, que si lelas…
¡Pero to el que nos conoce
sabe que eso son pamemas!
Que detrás del mostrador
una mujer que te atienda,
y que te dé lo mejor
que florece en nuestra huerta,
a su precio, bien pesao,
con su bolsa y su etiqueta
y que te haya regalao,
encima, alguna receta…
¡Eso no se paga en sueldos
ni hay diploma en la carrera!
Eso se mama de chica
como yo, que de pequeña,
los deberes del colegio
los hacía en la trastienda:
-¡Niña, pela estas cebollas!
-¿Cinco por ocho? -¡Cuarenta!
-A ver, de geografía,
¿las naranjas? -¡De Valencia!
-¿Los plátanos? -¡De Canarias!
-¿Y las coles? -¡De Bruselas!
-Ahora música: a ver dime
¿este melón a qué suena?
-¡A que está de rechupete!
-Pues dale un tajo y merienda.
Con esas y otras lecciones
fui llegando a bachillera.
A quien compro y a quien vendo
no hay nadie que no me quiera,
allá en el mercao central
los mayoristas me aprecian,
reñimos… nos insultamos…
nos cagamos en quien sea,
luego un apretón de manos
y …eso es la compraventa.
Cuando desfilo entre cajas
los hombres se dan la vuelta,
entre pícaros y amables
buenos días me desean,
yo cojo la mercancía
y ¡hala! a hacer de camionera,
que aquí hay que saber de todo;
ser conductora, frutera,
ama de casa, herborista,
ser contable y cocinera,
ser psicóloga y amiga
de parroquia y dependientas.
¡Y hay que fumarse un cigarro
de vez en cuando o revientas!
Y luego de vuelta al tajo:
¿Las judías? De primera,
se deshacen en la boca,
ya verá usté si son buenas.
Qué patatas, qué fresones,
son de sidra las reinetas,
están de chupi lerendi
estas habitas tan tiernas;
aquí tiene, dos, diez, quince,
y veinticinco, sus vueltas;
otro billete a la caja
y otra clienta contenta.
Hay quien hereda un tesoro
y de las manos le vuela;
para mi fortuna, yo…
yo tuve mejor herencia
porque con estas manitas,
humor, trabajo, paciencia,
ver amanecer a diario
y no dormir media siesta,
afán de superación,
peleas con los de Hacienda,
buen ojo, tino, medida,
quebraderos de cabeza,
ahorro y economía…
¡tengo la vida resuelta!
***Oz®
A otros les dejan dineros,
títulos, palacios, tierras,
cuando mi padre fue al cielo
me dejó las herramientas.
Las dos son de precisión,
las dos tienen cinco piezas,
funcionan que es un primor
verme trabajar con ellas.
De mi padre y de mi madre
recibí enseñanza a medias
hasta poder doctorarme
y ascender a verdulera.
¡Verdulera, sí señora!
Qué mala fama nos cuelga,
que si somos malhabladas,
que si brutas, que si lelas…
¡Pero to el que nos conoce
sabe que eso son pamemas!
Que detrás del mostrador
una mujer que te atienda,
y que te dé lo mejor
que florece en nuestra huerta,
a su precio, bien pesao,
con su bolsa y su etiqueta
y que te haya regalao,
encima, alguna receta…
¡Eso no se paga en sueldos
ni hay diploma en la carrera!
Eso se mama de chica
como yo, que de pequeña,
los deberes del colegio
los hacía en la trastienda:
-¡Niña, pela estas cebollas!
-¿Cinco por ocho? -¡Cuarenta!
-A ver, de geografía,
¿las naranjas? -¡De Valencia!
-¿Los plátanos? -¡De Canarias!
-¿Y las coles? -¡De Bruselas!
-Ahora música: a ver dime
¿este melón a qué suena?
-¡A que está de rechupete!
-Pues dale un tajo y merienda.
Con esas y otras lecciones
fui llegando a bachillera.
A quien compro y a quien vendo
no hay nadie que no me quiera,
allá en el mercao central
los mayoristas me aprecian,
reñimos… nos insultamos…
nos cagamos en quien sea,
luego un apretón de manos
y …eso es la compraventa.
Cuando desfilo entre cajas
los hombres se dan la vuelta,
entre pícaros y amables
buenos días me desean,
yo cojo la mercancía
y ¡hala! a hacer de camionera,
que aquí hay que saber de todo;
ser conductora, frutera,
ama de casa, herborista,
ser contable y cocinera,
ser psicóloga y amiga
de parroquia y dependientas.
¡Y hay que fumarse un cigarro
de vez en cuando o revientas!
Y luego de vuelta al tajo:
¿Las judías? De primera,
se deshacen en la boca,
ya verá usté si son buenas.
Qué patatas, qué fresones,
son de sidra las reinetas,
están de chupi lerendi
estas habitas tan tiernas;
aquí tiene, dos, diez, quince,
y veinticinco, sus vueltas;
otro billete a la caja
y otra clienta contenta.
Hay quien hereda un tesoro
y de las manos le vuela;
para mi fortuna, yo…
yo tuve mejor herencia
porque con estas manitas,
humor, trabajo, paciencia,
ver amanecer a diario
y no dormir media siesta,
afán de superación,
peleas con los de Hacienda,
buen ojo, tino, medida,
quebraderos de cabeza,
ahorro y economía…
¡tengo la vida resuelta!
***Oz®

3 comentarios en “Las herramientas

  1. Sylviaa dijo:

    mis mejores amigos Manuela son verduleros y no tendria palabras para calificarlos asi que sigue asi verdulera jejejeje

  2. Mónica dijo:

    Ha tenido mucho éxito esta poesia entre mi familia, donde hay alguna frutera ya jubilada. Se han sentido muy identificadas

  3. Trhyss dijo:

    Me ha encantado… sigue siendo un mago el tipo este, un mago …de las letras

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