trabajito que da poner las cosas «Como dios manda» o sea, a mi gusto y lo que yo disfruto cuando veo los resultados.
He puesto en la tienda pesos nuevos, interconectados entre sí y al ordenador, y un programa de gestión de venta y almacén.
Todo eso, que se resume en dos simples líneas, ha llevado consigo un tremendo esfuerzo por parte de todas las que allí trabajamos.
Ha habido que codificar todos y cada uno de los artículos de la tienda, y en la medida de lo posible memorizarlos (aunque tenemos apuntes)
Nosotras ya no marcamos el precio del kilo de los productos (yo lo llevaba haciendo ese gesto desde… hace MUCHOS años) Ahora marcamos un código y el peso lo identifica. En los tikets aparecen ahora el nombre de cada producto y el nombre de la vendedora que ha atendido a cada cliente (estaba deseando verlo así de bien explicadito). Todo eso va a parar al pc donde se memoriza.
Por otro lado, tras mucho buscar y buscar encontré unas conservas que me agradaron por la calidad tanto en el sabor como en la composición del contenido.
Así que ahora además de frutas y verduras frescas tenemos a disposición de los clientes conservas de primera calidad.
¡Se me olvidaba! Mieles, tenemos mieles, de zarzamora, romero, espliego, eucalipto, de flores, de brezo, tomillo, con jalea real… cada una específica para cuidar los puntos débiles de nuestro organismo y todas ellas para deleitar los paladares más exigentes.
Así que ya ven, callandito callandito trabajamos día a día para que no falte de nada bueno en la tienda.
Y claroooo, el humor es imprescindible ¿verdad? pues miren qué guapas estamos atendiendo en estos carnavales.