Harta de limpiar y ordenar he decidido poner un cartelito en la puerta de la tienda nueva en el que se puede leer el siguiente texto:
¡Qué estáis haciendo una frutería!
Esto no es un concurso para saber
qué gremio es el más cochino!
Son cien metros de local en el que se venderán hortalizas, verduras y frutas tanto frescas (en su mayoría) como en conserva (una selección de las mejores marcas) o congeladas.
Pues bien, salió de allí Jesús Bugallo, dejando el local limpito y ordenado. Posteriormente llegaron: herrero, metalista, electricista, fontanero, escayolista, frigorista, cristalero, carpintero…
¿Se dan cuenta? Un mogollón de gente ¿verdad? pues cada uno iba dejando huella de su paso aparte de por el trabajo realizado por el reguero de herramientas y porquería que delataban su paso.
Pero a ver, digo yo, si los escayolistas estaba trabajando en el fondo de la tienda, en el sobre piso ¿Porqué coño tenían que dejar sacos de yeso y placas de escayolas desde la entrada formando un reguero de obstáculos que había que saltear para poder entrar? Provocando así que los demás gremios para poder trabajar hubiesen de mover antes el material de los jodidos escayolistas.
De la misma forma los electricistas iban dejando desde la entrada al final de la tienda cables de colores varios enrollados, otros sin enrollar, otros troceados, mangueras enteras y trozos de mangueras y cajas, muchas cajas con aparatos que no sé para que servirían pero estaba allí, ocupando el suelo e impidiendo que los demás pudiesen ya no trabajar, ni tan siquiera andar.
Eso sí, he de confesar que cuando han salido de la tienda lo han dejado todo recogido y barrido.
A los herreros les dejé cartones para poner en el suelo y que al soldar no se rompiesen baldosas, ellos hicieron caso y al soldar no fastidiaron el suelo, no, las salpidacuras de la soldadura fueron directas contra los azulejos de la pared ¿Eso se quita? ¿Cómo se quita?
El carpintero ha sido ordenado y limpio, cada día al irse recogía su herramienta en un ladito y barría los pedazos de madera y el aserrín.
Ya queda menos para acabarla, a ver si en breve os puedo mostrar fotos, como anticipo aquí tenéis un boceto de la fachada.
