Ayer a la noche asistí a una ponencia de Ovidio Peñalver en la que se nos inició a algunos empresarios, que al fin y al cabo somos empresarios.
Crear un buen ambiente de trabajo es fundamental para trabajar todos más y mejor. Tener alegría, energía, ganas de innovar y avanzar es la repera. Transmitir y hacer que el equipo participe de nuestros proyectos empresariales es el pilar de cualquier empresa.
En grandes empresas es posible que este principio se pierda en el camino, pero creo que en una pyme es sencillo. Que nuestro equipo sepa que es parte importante de nuestro proyecto y que conozcan los éxitos obtenidos así como los fallos cometidos es tan sencillo como informarles.
Cada uno tenemos nuestro cometido específico, pero a la vez hemos de ser capaces de asumir parte del cometido de los demás para que en caso de ausencia el engranaje no se pare. Para eso hemos de estar bien formados e informados.
En la ponencia también se hablaba de resentimiento y resignación en el ambiente laboral. Creo que una persona resentida o resignada con la empresa sin que ambas partes no sean capaces de resolver el conflicto hace que se genere un mal rollo laboral que hay que atajar, o de lo contrario contagiará a los demás.
Me gustó una frase, de no recuerdo quien que subrayó Ovidio: No somos responsables de nuestro estado de ánimo, pero sí somos responsables de salir de él.
Y claro, hablando de emociones no hemos de olvidar que estamos rodeados por cientos de sensaciones que hemos de saber encauzar a fin de sacar lo mejor de cada momento, de lo bueno por bueno y de lo menos bueno porque nos ayudará a mejorar.
Nosotras aplicamos la camaradería de forma continua, cada Sábado nos reunimos para desayunar e intercambiar opiniones y vivencias, es poco lo que dura un café, pero ese pequeño ratito hace que dos puntos de venta distintos con personal que no se suele ver a diario se sientan parte de un conjunto.
