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Carta a Sus Majestades los Reyes Majos.

Lo que hace el no poder estar al peso, mirad cómo me veo
Queridos Reyes Magos de Oriente:
Os escribo esta carta para ver si podemos llegar a un acuerdo, como para pedir antes hay que saber dar yo os voy a contar lo que he hecho estos días, lo de meses anteriores lo podéis leer en el blog, y espero que sea de vuestro agrado para que me traigáis los regalos que al final os detallaré.

Desde que empezaron las Navidades hemos tenido mucho trabajo, las madres, como todas las madres, se empeñaron en preparar comidas y más comidas para las que necesitaban, cómo no, frutas, verduras y hortalizas que nosotros les proporcionábamos (espero que el año que viene se repitan esas agradables cenas familiares y necesiten las mismas viandas, o más)

Llenamos nuestras tiendas con los mejores productos del mercado, y además trajimos frutas exóticas, de oriente y occidente para dar un toque más sofisticado a la decoración navideña y acercarnos a otros sabores de este mundo. Frutas como la Pitahaya, el physalis, el rambután, la carambola, el tamarillo, la papaya, mangos, melones de brasil, cerezas de chile… piñas y dulces típicos de las fechas tampoco faltaron.

Por cierto, este año tampoco nos ha tocado la lotería, ¡qué se le va a hacer! Pero de esto luego hablamos, que contentita me tenéis.

Esos días previos al 25 sonaban angelicales villancicos en las tiendas, y voces melodiosas de unas encantadoras chicas se unían a ellos para dar más alegría al ambiente.

Ainhoa y Yeray

Nos engalanamos como palomitas ayudantas de Papá Noel, este año no hemos tenido olentzero, pero es que nos sentaba mejor el vestidico rojo que la txapela y la barriga. Aunque ahora que lo pienso Elena tenía barriga…

Elena y MónicaTodo han sido cosas buenas, buen humor alegría y tan sólo ha habido un pecadillo, que exigía la tradición, el día de los Santos Inocentes.

Sí, ya sé que no se debe invitar a una chocolatada que no existirá a los clientes, y que no se debe llamar a establecimientos amigos pidiendo vales para el chocolate y alterando los nervios de comerciantes que no saben qué explicación dar porque ellos no saben nada de chocolatada. Pero pensad que es una picardía leve y que quién sabe, igual el año que viene se hace realidad ¿no?


Hoy ya sé que andáis liadísimos en las tiendas de los barrios con los regalos que os han pedido los niños y mayores no tenéis tiempo de atender a quienes os requieren y esperan mañana por la noche.
Vamos a empezar a ser un poquito serios, eh?
A ver, no nos ha tocado la lotería pero tenemos salud, MENOS YO QUE LLEVO DESDE EL DÍA 31 DE DICIEMBRE A LAS CUATRO Y MEDIA DE LA MAÑANA CON UN ESGUINCE EN EL TOBILLO.
Eso no se hace, eh. El pie vendado, sin poder apoyar bien, y con muletas, sintiéndome además inútil y siendo un estorbo en el trabajo. Os recuerdo que soy autónoma y no me puedo permitir ciertos lujos.

Si lo que queríais es que pillase vacaciones os he de decir que no os habéis salido con la vuestra. Cada mañana a las cuatro me levanto a trabajar, muleta en ristre y con un cabreo que lo del cojo mantecas resulta light en comparación al genio que tengo a esas horas.

Eso sí, en cuanto me socializo, veo gente en el merca y llego a la tienda canalizo ese cabreo inmenso en buen humor. Como no sé si sois responsables de lo de mi pie y para hacer méritos hoy me he propuesto ayudaros. Me he puesto al habla con la prima de Melchor, Melchora, Chora para los amigos, y me la he traído a la tienda a que endulce con caramelos a clientes y niños. Mañana estará en la de Uríbarri, por si alguien no ha entregado aún la carta o quiere modificar algo.

Bueno, pues eso, que espero que leáis esta carta y si es posible traigáis al barrio un pellizco de vuestra lotería, si no, no pasa nada. Por favor traed buen humor y alegría, que no nos duela la cabeza, ni los pies, y que la niña de Elena, que viene para Marzo, y los niños que este año lleguen al barrio sean guapos como su madres y pequeñitos al nacer, que no salgan inmensos, que pobres mamás.

Sin más, recibid un cordial saludo
Manuela

Y también contamos con estos entrañables momentos.
ALexia, Ainara Adrián y una servidora


Ah, por cierto, que este año no os dejaré anís, os dejaremos un vasito de leche calentita, o zumo de naranja, a elegir, que no os quiten puntos del carné.

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