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idea comercial - 2. página

Del Arca a la Marca

Los comerciantes, además de ganarnos la vida comprando y vendiendo, somos consumidores de los productos con los que comerciamos.
Cuando yo asumo la responsabilidad de ofrecer a mi cliente el mejor producto al mejor precio lo primero que me planteo es que ha de pasar mi examen personal.  Sí, mi particular control de calidad.
En el mercado encontramos productos, de marcas desconocidas, que dan la talla y cuya relación calidad precio se debe ajustar a unos parámetros aceptables.
Pero si yo voy buscando una primera marca quiero más que ese baremo de ajuste de precio calidad.
Quiero que la primera marca que yo escojo para mis clientes haya pasado ya controles como:
Controles sanitarios, calidad estética, calibrado correcto, maduración óptima a la hora de su recolección, evolución adecuada del producto una vez recolectado.
Quiero que me garantizen una continuidad en la calidad del producto.
Quiero además que la presentación en el envase sea atractiva y actual.
Quiero poder disponer de refuerzos publicitarios en el punto de venta, para asesorar, informar y obsequiar al cliente interesado en el producto.
Quiero que sepa que yo, comerciante consumidora,  elijo la marca y mi cliente se fía de mi,  y que si ellos fallan yo fallo y quedo mal ante mi cliente.
Quiero que tengan en cuenta que de igual forma que en un pequeño comercio mimamos a nuestros clientes, a quienes les vemos la cara a diario, ellos tienen la responsabilidad última de mimarme a mi como cliente suyo, pese a que, posiblemente, no nos veamos la cara jamás.
Existe un eslabón de la cadena entre la marca y el pequeño comercio: el asentador de MercaBilbao. 
Es importante que la marca sea consciente de que ese eslabón es importante para ellos como marca, como para mi como comerciante consumidora. 
Pero es responsabilidad final de la marca y  mia el mantener una relación fluida para que dicha marca sepa lo que yo como embajadora final de su producto espero de ellos, que no es ni más ni menos que lo que mi cliente espera de mi.
Por eso a lo largo de cada campaña de producto, vamos cambiando de marcas preferentes, las primeras marcas, dependiendo de la calidad que nos ofrezcan en cada momento.  Mientras más constantes sean ellas, más fieles somos nosotros y en consecuencia el consumidor final.
Los tiempos han cambiado, antes de decía: El buen paño en el arca se vende.
Hoy hemos de enseñar, informar y comparar ese paño con los demás para que sea el elegido.

Éxito rotundo en el Concurso de Cestas de Fruta 2010.

Ha superado todas las espectativas, TODAS. La fiesta de la alegría, del color, de las vitaminas, de la generosidad ha sido todo un éxito.

Y ha sido un éxito gracias a todos los que ha colaborado, empezando por Frutas Dioni que nos marcó el camino.

Nos han ayudado a sacar este proyecto a la calle y compartir con quienes nos han visitado:

Las marcas Bouquet, Torres, Bruñó, Zespri, Bollo, Marlene, GranaVida, Pink Lady, y algunas más.

MercaBilbao y Asentadores de Mercabilbao, Bilfruta, Frutas Iru, Peltisa, Distrieco, Frunorte, Frutas Tito.

Francis, mi primo, que ha currado como un jabato, y ha estado ahí minuto a minuto, gracias Francis.

Y los participantes que ha demostrado que son PROFESIONALES y artistas, incluso sin ellos ser conscientes de ello.

 

Mi más sincera enhorabuena a todos y gracias por hacer que este día haya sido tan tan especial

Y aquí tenéis el enlace de las fotos de Josu Garro, que ha compartido este día con nosotros

Ruta comercial organizada por Cámara de Bilbao

Hace unos días recibimos en la tienda a un grupo de comerciantes, acompañados por Maria Callis y personal de Cámara de Comercio de Bilbao, para contarles nuestra experiencia en esto de vender algo más que fruta.
El día estaba, como pueden imaginar, requeteorganizado. 
Yo había dado la mañana libre el día anterior a una de las chicas, para que ese día hubiese una persona más de refuerzo en la tienda y yo poder atender a las personas que nos hacían el honor de visitarnos para conocernos toda la atención que se merecían.
Deberían de haber dispuestas dos o tres modelos de cestas para que viesen nuestro trabajo, unas brochetas para que se refrescasen a su llegada.  Y yo debería de estar preparadia, pintadita y mona para causar la mejor de las impresiones.
Pues bien todo muy lógico ¿no?
Pues nada de eso señores, que la visita no era el día 20 sino el 19, un día antes de lo que yo por error había anotado en la agenda. Sigue leyendo