Su mi padre levantara la cabeza y viese la forma de vender que hay hoy en día alucinaría.
Nada que ver con con lo que se hacía en 1975 y nada que ver con loq ue se hacía hace diez años, o cinco o dos. El comercio cambia tan rápido como cambia nuestro entorno. Saber adpatarse y no tener miedo a los cambios es una de las claves para que los comercios tradicionales seamos actuales. Buena muestra de ello es este artículo que ha aparecido en el periódico Qué Nervión.
Hay alguien muy apreciado en esta casa que se contrajo matrimonio ayer y hoy ha celebrado una de las celebraciones más originales que podáis imaginar. Estas imágenes pertenecen a parte del menú de esa celebración.
